Me encanta pensar que la Caro Monroy del futuro, esa viejita de 80 años me mira.
Para ser honesta, la invito la mayoría del tiempo a que me visite. Me gusta imaginarme lo que contará de mí, de la vida que vivo, de la forma que pienso, de mis reflexiones, de las decisiones que tomo.
Hay una cosa que tengo clara, y es que cada día de mi vida, hago todo lo posible para que esa viejita tenga mucho para contar. Mucho para reír, y mucho para recordar … al final es como dijo el Gran Gabo “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”. En medio de tantos alborotos, sueños, crisis, metas, dolor, amor, es bueno saber que la vida no te “ocurre”. Tú haces que ocurra y en esa medida te conviertes en el capitán de tu barco.
¿Qué diría tu viejito/viejita del futuro?